En el extremo oriental de Tenerife, Igueste de San Andrés se abre paso entre laderas volcánicas, bancales y el Atlántico. Este reportaje reúne vistas panorámicas, rincones del paseo peatonal, detalles de la arquitectura popular y el sendero PR TF-5.1 que asciende al histórico Semáforo de Igueste, uno de los miradores más singulares del macizo de Anaga. También mostramos la conexión en guagua (línea 945) para llegar cómodamente desde Santa Cruz.
Desde las laderas se contempla el caserío escalonado con el mar de fondo, una estampa clásica de Igueste.
La línea de costa aparece recortada por los acantilados de Anaga y una amplia playa de callao; ideal para paseos tranquilos junto al océano.
Un segundo mirador devuelve una perspectiva completa del valle, con las viviendas extendidas por el barranco y zonas de cultivo en terrazas.
El acceso por carretera discurre pegado a la roca volcánica y comunica con los recorridos peatonales interiores.
Dentro del caserío abundan los pasos entre casas, con barandillas y zonas ajardinadas que facilitan el tránsito diario.
Pasarelas y tramos con escalinatas conectan diferentes cotas del barrio en la ladera.
Junto al mar, el paseo marítimo ofrece farolas, muros de piedra y vistas abiertas al Atlántico.
Otro tramo peatonal discurre paralelo al litoral, perfecto para caminar al atardecer.
En pequeñas plazas aparecen bancos de descanso, pensados para parar y disfrutar del paisaje.
La arquitectura tradicional se adapta a la pendiente mediante viviendas escalonadas y bancales que aún se cultivan.
Entre los volúmenes blancos aparecen fachadas de colores, una seña de identidad del caserío.
El recorrido comienza junto al pueblo y está perfectamente señalizado. Desde aquí se asciende al antiguo puesto óptico de señales, un balcón espectacular sobre el océano.
En la ladera un cartel indica que faltan apenas 600 metros para alcanzar el Semáforo.
El camino transita entre cardones y roca volcánica, con vistas continuas al macizo de Anaga.
En algunos puntos aflora una tierra rojiza muy característica, fruto de la erosión.
El edificio del Semáforo de Igueste corona el acantilado y conserva su potente presencia histórica.
Desde arriba se aprecia la plataforma y la inmensidad del océano, una recompensa al esfuerzo de la subida.
En el valle destaca la iglesia y sus alrededores, integrados entre fincas y árboles frutales.
La pequeña ermita luce portada de cantería y una sobria estética insular.
Igueste de San Andrés está conectado con Santa Cruz mediante la línea 945 de TITSA. La guagua parte del Intercambiador y desciende por la costa hasta el caserío; una opción cómoda para senderistas y visitantes.
Igueste de San Andrés combina naturaleza, historia y vida rural: panorámicas sobre el Atlántico, paseos tranquilos por el caserío y el atractivo ascenso al Semáforo PR TF-5.1. Una escapada esencial para descubrir el paisaje de Anaga con cámara en mano.