Enclavado en uno de los entornos más espectaculares de Tenerife, el caserío de Las Carboneras combina paisajes montañosos, tradición agrícola y senderos que conectan con lo mejor del Macizo de Anaga. A continuación encontrarás una selección de imágenes optimizadas que muestran, paso a paso, lo más destacado de esta joya rural.
El pequeño núcleo urbano gira en torno a su plaza y a la coqueta ermita, punto de encuentro para vecinos y visitantes.
Colores vivos, muros de piedra y tejados tradicionales definen las calles de Las Carboneras, donde cada rincón invita a detenerse con la cámara.
Gracias a su clima húmedo y al suelo volcánico, la zona mantiene viva la agricultura de subsistencia: caña de azúcar, papas, maíz y frutales como el aguacate.
Más allá de los campos productivos, los vecinos cuidan flores que estallan en vivos rojos y amarillos, realzando aún más el paisaje.
Nada más llegar, las palmeras y los letreros de bienvenida anuncian que estamos en un enclave singular; la señalética contribuye a orientar a los senderistas por los PR-TF que surcan el macizo.
Los paneles interpretativos aportan contexto histórico y natural al visitante: desde la Reserva de la Biosfera hasta la tradición de las eras de trilla.
Para los amantes del senderismo en Anaga, los caminos de tierra y piedra serpentean entre laurisilva, brezos y pinares, ofreciendo vistas únicas en cada tramo.
Las Carboneras representa la esencia del turismo rural en Tenerife: tradición agrícola, biodiversidad y un entramado de senderos que muestra la riqueza natural del Parque Rural de Anaga. Si buscas desconectar y disfrutar de la vida canaria más auténtica, este rincón debe estar en tu itinerario.