Situada a apenas unos minutos en coche de Puerto de la Cruz, la Playa Bollullo presume de una arena negra finísima, acantilados cubiertos de verde y un ambiente mucho más tranquilo que las playas urbanas. A continuación te mostramos, paso a paso, todo lo que encontrarás desde el aparcamiento hasta la orilla.
Desde lo alto del acantilado se aprecia la forma de concha de la cala y el contraste entre la arena volcánica y el intenso azul del Atlántico. Este mirador natural es perfecto para fotos de postal y para evaluar el estado del mar antes de descender.
El acceso combina un sendero agrícola que serpentea entre plantaciones de plátanos con un paseo litoral colgado del acantilado. El trayecto dura unos 10 – 15 minutos y regala panorámicas constantes del valle de La Orotava y de la línea de costa.
En plena bajada encontrarás un pequeño altar dedicado a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. Muchos visitantes dejan flores o conchas como ofrenda antes de continuar el descenso.
En la parte alta de la playa se encuentra el Restaurante Bollullo, ideal para probar pescado fresco con vistas al mar. Junto a la arena hay un puesto de socorrismo que iza bandera roja o amarilla según el estado del oleaje; conviene respetar siempre las indicaciones.
La arena basáltica absorbe rápidamente el calor del sol, por lo que se recomienda llevar chanclas para caminar. El oleaje puede ser intenso, así que los mejores momentos para el baño suelen ser a primera hora de la mañana o al atardecer, cuando baja el viento.
Playa Bollullo es una joya natural imprescindible para quienes desean descubrir la esencia volcánica del norte de Tenerife. Sigue estos consejos y disfruta de una experiencia inolvidable entre acantilados, arena negra y el océano Atlántico.